Lo que no nos mata nos destruye lentamente.

Si amas a alguien, déjalo ir...
Pero encárgate de que se arrepienta el resto de su vida,
de haberse ido.


Bien decía mi madre,
Que Dios la tenga en su santa gloria:
Mija, no te enamores, que loca ya estas!



Dice una frase Budista:
"Lo que no te mata te hace más fuerte"
Lo que no te mata te prepara y te hace fuerte emocionalmente, te enseña a resistir y sobreponerte a los dolores inevitables de la vida.
¿Lo que no nos mata nos hace fuertes o nos cierra el corazón y nos hace tener más sangre fría?

El odio afecta a nuestra salud



Cuando alguien nos ha defraudado, herido o traicionado, sentimos que tenemos que hacérselo pagar.
Creemos que así haremos justicia. Consideramos inaceptable lo que ha hecho y esa rabia nos mantiene atados a la situación y a la persona que nos ofendió. En vez de perdonarla y soltarla, nos atamos más a ella, nutriendo el resentimiento. Y al hacerlo, somos injustos con nosotros mismos: nos mantenemos en el infierno de nuestro fuego interior. El odio afecta a nuestra salud, envenena” nuestro corazón, mata nuestra paz interior, nos seca de amor y felicidad. El odio es una emoción “incendiaria”, destruye la concentración y mata la capacidad de actuar con dignidad y excelencia.

Unas sabias palabras dicen:
“Una persona resentida se intoxica a sí misma”
“¿Quieres ser feliz un momento? Véngate.
¿Quieres ser feliz siempre? Perdona”.

Comentarios

Entradas más populares de este blog